sábado, 13 de marzo de 2010

EL SILENCIO DE LOS INOCENTES

EL SILENCIO DE LOS INOCENTES

Anoche me enteré de un acontecimiento al que con toda convicción me atrevo a calificar de Nefasto. Si bien no más nefasto que los hechos que le precedieron (porque aberración tal no se puede comparar), pero nefasto al fin.

Se ha producido la liberación de un criminal.

Está en boca y en la conciencia (aunque poco escuchada) de todos. Se trata del docente que fue denunciado por abusar sexualmente de un alumno del Instituto Mariano Moreno. El malhechor: profesor Ismael Olier, más conocido como Calán.

Refresquemos la memoria:

A fines del año pasado un alumno del colegio confesó a sus padres haber sido abusado y hostigado por dicho individuo (no lo llamaré profesor porque es un trato que denota cortesía, y no la merece). Los padres del niño, que tan solo tiene 13 años, hicieron la denuncia y llevaron el caso a tribunales. El comportamiento esperado por parte de la institución hubiera sido suspenderlo. Pero, en cambio, simplemente le pidieron que sacara licencia. Remarco que el consejo de educación, tampoco tomó cartas en el asunto.

Los meses pasaron, y en febrero llegó la tan esperada orden de detención para el hasta ahora impune delincuente sexual. Fue en ese momento donde los que hace mucho esperábamos que se hiciera justicia vimos un hilo de luz y esperanza. Anoche me avisaron que el engendro está libre. Que pagó fianza. Que volvió al pueblo.

¿Con qué cara? Con su característica cara de piedra. Seguramente con esa sonrisa depravada que exhibe tan orgulloso. Con el andar gallardo y la actitud de ser intocable. Con la certeza de que no le va a pasar nada…. Lo imagino y me da asco. Anoche apenas si pude dormir.

¿Y como se le explica a ese pobre inocente que sufrió lo que sufrió que el responsable de sus pesadillas anda suelto por ahí? Me pregunto que estará sintiendo… frustración, miedo, impotencia, desazón, rabia…. ¿? Aunque tratara de imaginarlo creo que no puedo acercarme ni un poco a lo espantoso que debe ser estar en esa situación.

Revisar la historia de este hombre (¿se le puede llamar así?) es revisar una película de terror.

Es El Silencio de los Inocentes. Inocentes cuyas voces fueron silenciadas, cuyos reclamos fueron olvidados. Este niño no es el primer inocente, es el primero con padres que se animaron a dar la cara por su hijo, y los aplaudo. De pié aplaudo a esos padres que hicieron lo que muchos no se animaron a hacer. Aplaudo a esos padres que no se amedrentaron ante la injusticia. Felicito a esos padres que fueron valientes y no aceptaron que los amordazaran con la pañoleta del “mejor no meterse” o el “para qué hacer tanto lio”. APLAUSOS.

Pero antes hubo muchos inocentes. Inocentes que tampoco merecían pasar por eso y que sí merecían que los escuchen. Inocentes que soportaron abusos, malos tratos, y comportamientos inapropiados por parte de un docente. Ahora me pregunto: ¿por qué calla un inocente? Y por qué calla un padre, un profesor, un director, un vecino. ¿Calla porque no quiere problemas? ¿Calla porque no cree que exista la justicia o no aspira a alcanzarla? ¿Calla porque tiene miedo? Calla… ¿por qué?

Nuestra sociedad entera calla porque lleva un estigma. El estigma de un flagelo que le enseñó a callar, y lo hizo muy bien. Y ante ese estigma no hay solidaridad ni cristiandad que valga.

Nuestra sociedad calla porque siempre son los “locos” los que salen a la calle a reclamar soluciones. Nuestra sociedad calla porque es más cómodo quedarse en casa comentando en una ronda de mates. Pueblo chico infierno grande dice el refrán. Hasenkamp se volvió el infierno de los cobardes.

Y mientras los hechos se suceden somos muchos los que comentamos nuestra indignación, y sin embargo somos células aisladas. Nunca llegaremos a ser un conjunto, porque a la hora de aglomerarse, de unir fuerzas, nadie sale de su casa.

Me resulta intrigante por qué hubo tanta gente vociferando para defender los intereses del campo (no una vez, sino en repetidas ocasiones). Pero no hay gente que se movilice para pedir que un pedófilo sea expulsado (o al menos suspendido) del Colegio. ¿Será que por la plata baila el mono? O mejor dicho “Por la plata se moviliza la masa” mientras que por la justicia se movilizan “los locos esos que no tienen nada que hacer”.

Este es un llamado a la conciencia social de todos.

HASENKAMP PONTE DE PIE Y ENFRENTA LA INJUSTICIA. HASENKAMP COMPORTATE COMO UNA COMUNIDAD Y CASTIGA SOCIALMENTE A LOS DELINCUENTES Y OPRESORES. HASENKAMP! DALE VUELTA LA CARA AL ABUSADOR, NIÉGALE EL SALUDO, NIEGALE EL ESPACIO PÚBLICO NIEGALE LA HOSPITALIDAD.

SEAMOS UNA COMUNIDAD COMPROMETIDA. HAGAMOS ALGO PARA QUE ESTO NO QUEDE IMPUNE. EL PODER JUDICIAL TIENE SUS TIEMPOS Y SU BUROCRACIA.

LA SOCIEDAD PUEDE ACTUAR DE FORMA INMEDIATA SI SE LO PROPONE.

1 comentario:

Unknown dijo...

excelente,,, te felicito x tan amplia cobertura y tan grande compromiso... gente como vos hace falta y mucho... en Hasenkamp.
saludos desde USA
una hasenkampense que se une a tu lucha.
fuerza y adelante
EdITH