martes, 3 de agosto de 2010

TEMA DE ACTUALIDAD. MATRIMONIO IGUALITARIO


ACERCA DE LA LEY DE MATRIMONIO IGUALITARIO COMO GENERADORA DE CONTROVERSIA.

En la madrugada del 15 de julio de 2010 se aprobó el proyecto de ley de matrimonio Igualitario. Pero, aparentemente, lo más interesante no es la ley en si misma sino toda la trastienda que se pudo apreciar en los días previos a su tratamiento en el congreso
¿Como decirlo?… Fue todo un circo. Sí. Fue una demostración de… de…. Vaya a saber uno de qué? De convicciones supongo.
De convicciones diversas. Y de argumentos, de argumentos interesantes, de argumentos amplios, de argumentos creíbles y de argumentos obtusos también.
Cada uno de nosotros vivió la previa a este día de maneras muy diferentes. Yo voy a contar la mía.
Un día, así de repente, no recuerdo cómo ni justamente cuando; me enteré del proyecto de ley. Y de la oposición que presentaba la iglesia católica en cuanto a este proyecto. Enseguida le di mi apoyo a la comunidad gay. Por qué? Porque me parecía justo lo que pedían. Y porque se suma a mi lucha de reclamar para la sociedad toda, las atribuciones que se toma una institución única, como es la iglesia católica.
Me di a la búsqueda de artículos, de debates. A la búsqueda de opiniones. Me dediqué a seguir esa especie de culebrón entre los obispos que vociferaban por la protección de la familia, y las personas que les retrucaban las declaraciones. Me uní a los retrucos. Me sumé a los que se jugaban por una nueva forma de ver la sociedad, de ver la familia, de ver al matrimonio.
Me saqué fotos en la campaña del INADI. No fui a las marchas por cuestiones ajenas a mi voluntad. Hasta intercambié alguna que otra palabra de desacuerdo con algún que otro defensor de la familia. Y en todos esos ires y venires hubo algunas palabritas, tiradas así al azar por mis interlocutores, que me pusieron a pensar en un montón de cosas. Que tienen quizás poco que ver con el matrimonio igualitario, pero si mucho que ver con el modelo de sociedad católica al que todos, sin importar culto o falta de él, estamos sometidos.
Hubo quien me dijera que no podía permitir que se me desplazara de mi lugar de mujer. Supongo habrá querido decir que como podía permitir que un hombre cumpliera el rol de esposa como yo lo podré cumplir algún día (habrá sido eso?) bueno, pero me puse a pensar: ¿cuál es mi lugar de mujer? Ser la señora de la casa. ¿Madre, esposa y ama de casa? No me molesta que me desplacen de ese lugar. Porque no me gusta lo de ama de casa. Ser mujer es…. ¿Entrar con el vestido blanco por el pasillo de la iglesia? ¿Dormir del lado derecho de la cama? ¿Llevar el anillo de compromiso? Ser mujer es… ¿ser la señora de..? No lo sé.
Qué es ser mujer para una sociedad como lo nuestra, todavía es algo que me pregunto. Para mi ser mujer es ser yo, con mi fuerza y mi fragilidad , con mi descuido y mi interés porque mis seres queridos estén bien… con mi capacidad de hacer, decir y decidir... qué se yo. No sé de qué lugar podría desplazarme un ser humano al que le es concedido un derecho que nunca debió faltarle.
Hubo quien me dijera que “eso no es familia” que la familia es mama papa y los hijitos. Y que yo hablo porque tuve la suerte de crecer con ambos. Mm…. Tal vez. Pero a mí no me engañan con eso de que mamá y papá son siempre lo mejor. No. Yo he visto personas que mejor hubieran crecido solas que con esas familias que tuvieron. No me vengan con que es mejor crecer entre medio de los platos que papá y mamá lanzan por los aires cuando se pelean, entre medio de los insultos que se profieren y entre medio de las luchas por ver del lado de quién están los hijos. No. Nunca!
Que no me vengan que es mejor para un niño crecer en una familia que todos los domingos va a misa y papá lee el evangelio frente a la congregación... y de vuelta en casa le pega alguna que otra paliza a mamá, y al hijito que pase cerca o que busque meterse. No me digan que es mejor para un niño crecer con la mamá borracha y el papa pedófilo… pero unidos al final de cuentas. Que no me digan. Que sólo porque son un matrimonio varón y mujer, es todo mejor para el nene.
Hubo quien me dijera que no es natural. A ver… cómo lo digo… ¡¡El tan resguardado Matrimonio no es algo natural!! Es un invento. Un invento de las iglesias, de las leyes…. No sé. Del que lo haya inventado primero. Pero es un invento al fin. El matrimonio no vino en nuestros genes. Es una creación de la sociedad. Nada de lo social pertenece al orden de la naturaleza. Todo, absolutamente todo, es creación humana. Así que acá no me vengan con naturalidad y no naturalidad.
Si quieren ser correctos díganlo, defensores de la naturaleza: los genitales no encastran (parafraseando a mi tía). ¿Esa es su naturalidad? Bueno, reconozcan. Pero no tiene que ver con el matrimonio. ¿O en alguna parte dice “el matrimonio se compone de dos personas con genitales que encastren uno en el otro”? No. Dice varón y mujer (no macho y hembra, porque no somos animales). Y ser varón y ser mujer también son construcciones sociales. Y el que se siente varón se siente, y la que se siente mujer se siente. Así que no se pueden prender de algo así.
Hubo quien me dijo que la ley de Dios es una sola y no cambia. No lo cuestiono. Pero acá hablamos de leyes de los hombres. Si yo voy a un juicio, me juzgan por el código penal, no por los diez mandamientos. Entonces. A la ley del hombre los hombres de la ley. Y a la ley de dios, dios y sus hombres consagrados. Que el hombre de ley con dios no se meta ni dios con la ley del hombre. Porque nadie viene acá a pedir que saquen una ley para que la iglesia católica deje de discriminar a las mujeres y les permita ser sacerdotas…. Por favor. Aplaudo a los metodistas que son conscientes de que esto es una cuestión legal en la que la religión no tiene reclamos.
Hubo quien también dijera que esto es cosa de un grupito que hace la contra y que se les da más atención que a la gran mayoría. Bueno, digamos que era un grupito medio bastante grande… y que acá el problema no es que si se hace o no la contra. Acá el problema es el exceso de gente que no puede aceptar al prójimo. Como manda…la ley de dios. Ups! O... la ley de dios decía que hay que convertir al prójimo?? No recuerdo… aaaa, pero capas que el problema está en la definición de prójimo. ¿El prójimo es el ser humano? ¿O el que piensa como uno? U.u.
He escuchado tantas cosas en torno a la polémica del matrimonio homosexual. Hemos visto y oído, salir de lo más hondo de los pozos del fundamentalismo religioso, numerosos argumentos que buscan ser racionales y sin embargo en su pobreza dejan ver el trasfondo de la defensa de un estilo de vida marcado por la doctrina de la iglesia.
Psicólogos argumentando que la homosexualidad es una patología, y que no se puede legalizar una enfermedad. Psicólogos argumentando que han curado gays ¿?????
Personas diciendo que se empieza por esto y después vendrá la legalización de la poligamia y la pedofilia…. ¿?????? ¿Qué hacen esas personas contra los clérigos pedófilos, contra los padres pedófilos, contra todos los que andan sueltos por ahí? Seguro se callan la boca….
Personas que dicen que es un atentado a la procreación. ¡¡¡¡What!!!!
Ni que se fuera a extinguir la humanidad porque se casen los homosexuales. Señores clérigos y laicos come ostia: el ser humano tal vez se extinga, pero jamás será por falta de nacimientos. Quédense tranquilos, que las tasas de natalidad están resguardadas por el ejército de reserva infantil que brota de los miles de vientres adolescentes que dan a luz cada año porque todavía no hay una buena política educativa de la sexualidad. ¡Y en esos no faltan los que no usaron preservativo porque es pecado! … También por los vientres de niñas de familias en las que la pedofilia esta naturalizada bajo el techo de mamá papá y los hijitos que no deberían estar con nadie más que con mamá y papá. También por los miles y miles de vientres de mujeres pobres que no tiene acceso a los métodos anticonceptivos a lo largo y a lo ancho de Latinoamérica, de África, y otros focos tercermundistas de alta tasa de natalidad de niños pobres.
Además, bajo ese mismo criterio de la “no apertura a la procreación”, la primera que atenta contra los nacimientos es la institución esa que impone el celibato a los miles de hombres y mujeres de dios que pasan la vida desperdiciando óvulos y espermatozoides que podrían traer a este mundo cientos de niñitos listos para ser adoctrinados.
A… pero si a lo que se referían era a la familia de clase media-alta, letrada y adoctrinada… bueno, en cuanto a eso, no puedo hacer predicciones... en mi opinión quizás eso sí comience a extinguirse, pero la culpa no la tendrá el matrimonio entre personas del mismo sexo, la culpa la tendrá el cambio de paradigma de la sociedad, las nuevas formas de vivir, y las pretensiones anacrónicas de algunas instituciones que posiblemente se estén viendo cada vez más abandonadas debido a sus actitudes arcaicas y cerradas.
¿Qué decir de los que planteaban como argumento importante las estadísticas de los países europeos donde está legalizado también el matrimonio homosexual? Qué decir de la frase: “una vez que es legal los gays no se casan”. A ver… si vemos que las estadísticas marcan que del total de homosexuales solo se casa un porcentaje reducido, y encima aparentemente disminuye la intención de matrimonio de los heterosexuales, para qué darles el beneficio? Mmmm, interesante. ¡Que las minorías resignen sus expectativas y sus derechos para que las estadísticas tengan números más bonitos y estén mejor dibujadas! ¡Bravo! Ese argumento se lleva el primer premio.
Me pregunto cómo es que se les escapó copiar la idea de los estados conservadores de EE.UU en donde está prohibido ser gay….
Recuerdo también como se citaban artículos de la declaración de los derechos humanos y otras convenciones internacionales donde decía que “ los hombres y mujeres a partir de la edad núbil tienen derecho de casarse”. Bien lo dice: los hombres y las mujeres. No los hombres con las mujeres. (Además de que ya he mencionado lo de las construcciones de ser hombre y ser mujer)
¡Ajajá! Estamos frente a interpretaciones libres de lo que dicen las leyes……. Les dejo la incógnita.
A días de la sanción de la ley, veo como al católico promedio se le pasa rápido la actitud de militancia. Ya les aprobaron la ley, ya se quedaron quietitos en casa, y empiezan a hacer chistecitos relacionados con el tema, del tipo: "...vieron ahora con la nueva ley uno nunca sabe..." ó " hay chicos cuidado, que con la ley nueva..." . Pero ya no protestan, ya no discuten, ya no argumentan. ¿Será que están rezando por las almas de los senadores que van a ir a parar al purgatorio, o peor, al Infierno mismo; por el pecado que cometieron? Tal vez… tal vez.
En fin. Creo que podría seguir y seguir tejiendo y destejiendo las letras de mi indignación ante una sociedad atravesada por la biblia y por las interpretaciones que hacen de dicho libro. Así como muchos de los que me rodean se asombraron de mi postura (y de mi foto en el facebook del INADI). Y estarán tratando de averiguar que espíritu o deminio a poseído a esta pobre chica.
Pero acá lo que importa es que la comunidad gay ganó lo que se propuso obtener. Y la sociedad toda (a los tumbos) dio un paso más hacia la desacralización de las leyes. Y eso es digno de festejar.
¿Habrá a hora que iniciar una cruzada para sacar a dios del preámbulo de la constitución?
No, mirá si se ofende algún obispo, excomulgan a todos los gobernantes, y pasamos a ser el peor de los países erejes, sacrílegos, paganos y desvíados…. No, no. Suficiente con ser del tercer mundo ;-)

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