lunes, 18 de septiembre de 2006

Hola visitante

Esta es mi Carta de Presentación. Así te doy la bienvenida a mi blog, mostrándote de frente y de entrada lo que pienso sobre un tema en el que muchos pensamos pero pocos hablamos: la relación de los jóvenes con el resto de la sociedad. Podés dejar tu comentario (bueno o no todas las ideas serán recibidas) y tu mail, si querés que te responda alguna pregunta.
En este espacio espero poder compartir con otras personas mi visión de las cosas de la vida, y alentar a otros a que hagan lo mismo. Está bueno y hace bien al alma.

Este ensayo está dedicado a aquellas personas que nos tratan como extraterrestres. A los que se han olvidado de sus sueños, aplacados por un sistema que apunta a formar seres sumisos y no pensantes.Y a los congéneres que se sienten oprimidos por una sociedad que nos psicoanaliza, nos da diagnósticos erróneos y nos confunde.
LOS ADOLESCENTES ¿ADOLECEMOS?
Años y años de utilizar el término adolescente. Libros y libros de psicología que tratan la problemática adolescente, cómo comprenderlos, cómo educarlos, bla, bla, bla.
Que los psicólogos y demás especialistas en adolescencia me perdonen, pero ya es hora de que alguien en el otro bando tome cartas en el asunto. Y ese alguien, en este momento, soy yo.
Adolecer es: “Padecer alguna dolencia habitual; caer enfermo.” Si fuera por eso, el mundo está en su plena adolescencia. La humanidad es adolescente. Nuestra civilización adolece de hambre, de injusticia, de corrupción, de ignorancia, de desamor, de inmoralidad, de odio... Son enfermedades muy habituales en estos tiempos.
Adolecer es: “Tener o estar sujeto a vicios, pasiones o afectos, o tener malas cualidades.” ¡Y nos encasillan a nosotros en el rubro de adolescentes! El mundo adulto adolece más que la franja comprendida entre los 12 y los 19 o 20 años de edad. Hablemos de vicios: dinero, poder, supremacía, dominación cultural, política y financiera. ¿Malas cualidades? Deshonestidad, exceso de ambición, avaricia, envidia, egoísmo, racismo...
Adolecer es: “Causar enfermedad o dolencia.” Hablemos de dolencias: guerras, dictaduras militares, virus de laboratorio, armas químicas, contaminación ambiental, deforestación, especies en extinción, agotamiento de recursos naturales, distribución desigual de la riqueza; el proyecto Manhattan, Auschwitz, Vietnam, Malvinas...
El mundo adulto nos llama adolescentes. ¡Ja! La próxima vez, piénsenlo dos veces.
Yo reemplazaría la categoría adolescencia por la de “Edad de la Crítica”, o mejor aún: “UIMNDEPLYR”. Utopías Intactas mientras nos dure el Pensamiento Lógico y Racional.
Desde mi mundo, desde el UIMNDEPLYR, yo tengo una visión propia de la realidad, y puedo hacer mi aporte a la sociedad. Desde mi postura de dieciséis añera puedo decir “La clase dirigente apesta y espanta a la gente honesta”. Puedo gritar “La industria de la moda se quiere apoderar de la sociedad”, “La comunicación es buena, pero la sobre información no.” Puedo intentar convencer a las demás personas de que los UIMNDEPLYR no sentimos apatía o desinterés por lo que pasa en el mundo. Sino que tratamos de evadirlo mientras nos sea posible desatender cuestiones tan catastróficas y disyuntivas (la mayoría de ellas) sin sentido. El tiempo pasa muy rápido y hay que aprovecharlo mientras se pueda.
Ese constante desacuerdo del que nos acusan, y dicen que nos invade por completo, y nos transforma de críticos a criticones; no es mas que la esencia de la opinión propia, esa que algunos perdieron hace mucho tiempo. Es la capacidad y el valor para plantarse frente al otro y decir “yo pienso así más allá de lo que a vos te parezca, y aunque no te guste”. No se trata de ser criticón, sino de huirle al maldito conformismo.
“Los adolescentes están en otra”, dicen muchos. ¿Por qué no: “Los adultos están en otra”? Los partidos políticos compran votos mientras nosotros estudiamos los orígenes de la tan preciada democracia. Bush inventa una guerra y mata un montón de gente para apoderarse de unos míseros pozos petroleros, mientras en la escuela nos enseñan los Derechos Humanos. Y mientras rendimos un examen de economía sobre la libre competencia de mercado, en algún lugar se está creando una nueva mega empresa, y más monopolio. ¿Quién está en otra?
“Cuando yo tenía su edad también quería cambiar el mundo”, nos dicen en un tono que intenta tranquilizarnos. Cuando tenían nuestra edad... ¡¿Y qué cuernos les pasó?! ¿Se olvidaron de sus metas? ¿Se desilusionaron del mundo? ¿Se conformaron con lo que había...? Y ahora ya no les interesa cambiar el mundo.
¿Ven? Como a los grandes ya no les interesa cambiar el mundo, la responsabilidad recae en nosotros. ¿Por qué en nosotros? Porque los chicos son chicos, y no es justo arruinarles la infancia. Porque tenemos la obligación de procurarles la inocencia mientras sea posible, mientras la vida les permita ser ajenos a las preocupaciones que trasciendan más allá de la deliciosa leche chocolatada. Después están los más viejos, que ya tuvieron esa responsabilidad anteriormente, la asumieron (o no), y después la olvidaron. Así que frente a la inocencia de la infancia, el desinterés de la adultez, y el tiempo pasado (o perdido) de la vejez; sólo queda el UIMNDEPLYR, y como somos especialistas en armar barullo, tenemos más posibilidades de que el mundo entero se voltee, aunque sea, a decir “¡¿Y ahora qué?!”
En fin, Somos un grupo incomprendido, subestimado, desacreditado y mal bautizado. Pero de ninguna manera somos adolescentes. Y mientras nos dure la conciencia de que nos quedan muchas cosas por hacer. Mientras sepamos pararnos frente a los cuestionamientos, y mientras no nos falle la memoria... Los UIMNDEPLYR seguiremos luchando por el reconocimiento que merecemos por nuestro aporte a la sociedad en general.
Y quizás algún día, cuando indefectiblemente tengamos que sucumbir a la adultez, hayamos descubierto la cura para la “Amnesia Conformista” y el “SD TAODA” (el Síndrome de tildar a otros de Adolescentes).

¿Qué les pareció? Cuando lo difundí en la secundaria algunas personas lo aplaudieron, otras lo condenaron. Hubo quienes me llamaron revoltosa, y también una persona que me dijo que cuando “crezca” me iba olvidar de todas mis utopías para aceptar el mundo tal cual es. Esta es mi respuesta: ¡nunca! Ni ahora ni a los 40. Entre mis planes está ser UIMDEPLYR el resto de mi vida. Ojalá hubiera mas UIMDEPLYR de todas las edades. ¿No les parece?
De yapa les dejo una cita de Mario Benedetti, extraída del libro “Perplejidades de Fin de Siglo” (lo recomiendo, está muy bueno)
“¿Fin de las utopías? Nada más decepcionante podría anunciársele a la humanidad, cuyos avances fundamentales se han debido casi siempre a los forjadores de utopías (…) Las utopías no son pronósticos ni proyecciones de datos ni resultados de encuestas ni siquiera presagios; más bien son destellos de la imaginación, aspiraciones casi inverosímiles que sin embargo llevan en sí mismas el germen de lo posible. Una generación sin utopías será siempre una generación atascada (aunque tenga la obsesión de la velocidad) e inmóvil (aunque se agite sin cesar).”

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